Por Amanda Contreras M.
Hace tres años, Marcela Corvalán decidió apostar por un sueño: abrir su propio estudio de Pilates en Pirque. “Abrí el estudio con muchas incertidumbres, miedos e inseguridades, algo muy propio de quienes emprenden. En ese momento llevaba poco tiempo viviendo en Pirque y no conocía a nadie; solo contaba con mis ganas y el apoyo de mi círculo más cercano”, recuerda.
Desde entonces, Pilates Pirque se ha consolidado como un espacio referente de bienestar y movimiento consciente en la comuna. “Mi gran motivación siempre fue poder trabajar en mi comuna y ofrecer un servicio profesional y de calidad, sin tener que salir de Pirque”, cuenta. Hoy el estudio funciona de lunes a viernes desde las 7:00 hasta las 21:00 horas, con dos salas activas y una comunidad fiel que ha crecido junto al proyecto.
Del escenario al estudio
Bailarina de formación, Marcela reconoce que su experiencia artística ha marcado profundamente su forma de enseñar. “Todos mis años de formación como bailarina estuvieron profundamente basados en el método Pilates, aunque muchas veces no lo identificaba conscientemente”, explica. “Cuando comencé a estudiarlo formalmente, comprendí el por qué y el para qué de cada movimiento”.
Esa visión le permitió transmitir con mayor claridad la técnica y la conciencia corporal a sus alumnos. “La danza te enseña a buscar la perfección, e intento que, al igual que en una presentación, cada uno saque su máximo potencial en cada sesión”, comenta.
Un espacio que une a la comunidad
Más allá del ejercicio físico, Pilates Pirque se ha convertido en un punto de encuentro entre vecinos. “Desde el inicio me propuse crear un espacio que reuniera a las personas no solo desde lo físico, sino también desde la conversación y el encuentro”, dice. Este año incorporaron una recepción con café para que los alumnos compartan antes o después de clase.
Esa cercanía se ha transformado en una de las mayores fortalezas del estudio. “Mis alumnos se han convertido en consejeros, amigos… a veces incluso en una especie de familia. Escuchar a los alumnos, interesarse genuinamente por lo que viven, a veces es más importante que el propio entrenamiento”, confiesa Marcela.
Mente, cuerpo y respiración
El método Pilates, explica, se sostiene sobre seis principios: concentración, centralización, precisión, respiración, control y fluidez. “De todos ellos, el más transformador es la concentración. Estar verdaderamente presente en tu cuerpo, identificar cada movimiento y comprender su propósito cambia todo”, afirma.
Ha sido testigo de cómo sus alumnos no solo fortalecen su cuerpo, sino también su vínculo consigo mismos. “He visto alumnos que comenzaron con una clase a la semana y luego aumentaron porque se dieron cuenta de lo vivos que estaban y, al mismo tiempo, de lo desconectados que habían estado de sus cuerpos”.
Proyecciones para el futuro
Con la mirada puesta en los próximos años, Marcela tiene grandes planes para seguir expandiendo el proyecto. “Me encantaría crear una escuela de formación para instructores de Pilates. Es un gran desafío, pero también un sueño que me gustaría ir construyendo paso a paso”, revela.
Su propósito es claro: descentralizar Santiago y generar oportunidades de formación en Pirque. “Sería una gran iniciativa y un impulso importante tanto para el crecimiento de Pilates Pirque como para el desarrollo de la disciplina en nuestra comunidad”, concluye.



